viernes, 6 de enero de 2012

No he dudado en ningún momento de tu amor.

Nunca me he considerado una persona fuerte, pero es cierto la vida da palos, que acaban formando un robusto fuerte, una se escuda, se hace impermeable a los sentimientos que calan el alma, de todo aquello que duele, que quema como un hierro incandescente...nací llorando, crecí llorando pero los años secaron las cristalinas y salinas de moléculas de H2O.
Cambian las hojas de los árboles, las estaciones, cambia ese bar de la esquina de siempre, incluso tu barrio no te parece el mismo, pero sobre todo cambian las personas...los años endurecen, pero por dentro sigues siendo aquella chica que necesitaba dar todo el amor que intentaba esconder de golpe al resto del mundo. Yo, enfrentada al mundo. El tiempo pasa, de nuevo, otoño, invierno, primavera...verano.
No creo en el destino, ni que nuestra vida debe de estar predicha, la vida se basa en el azar, en las casualidades, ¿sabes? fuiste una casualidad, de casualidad te conocí, de casualidad nos volvimos a encontrar, de casualidad retomamos el contacto, nos besamos y sin planearlo me enamore y sigo enamorada de ti. A veces he podido ser  el caos humano más indeciso que pisa la tierra, y quizás haya dejado pasar momentos, historias que nunca podre conocer su trama y desenlace, esas en las que te preguntas...¿y si...?, pero si algo tengo claro es que cuando de verdad una persona cambia todos mis esquemas, mis planes...y lo peor de todo, eso me hace feliz, sé que ese individuo que por casualidad se  ha colado en mi vida, es muy difícil de encontrar...Sabes que no has dudado en ningún momento de que le quieres.
Ya no se trata de un enfrentamiento entre el mundo y yo, si no de una guerra que me a batalla el corazón...


                                                                     ...ÉL.




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